No sé cómo escribir lo que sentí ayer sin parecer cursi, blandengue, babosa o todo eso junto. Pero lo que sentí, lo sentí y además tengo documento gráfico que lo atestigua, así que lo intentaré.
Fue una mezcla de sentimientos, durante un minuto, que me impulsó a agarrar rauda la cámara (que yo llevaba precavida para hacer fotos en un Cortilandia atiborrado de gente y del que al final, pasamos de ir).
El caso fue que la visión de mi amiga de la niñez, la que ha estado conmigo casi toda mi vida, jugando, absolutamente entregada con mi hija, me produjo una mezcla de agradecimiento, amor, ternura y no sé cuántos otros adjetivos más, pero el caso fue, que el corazón se me calentó. Ya no necesité cubata para seguir la tarde.
Y qué bueno es que se te caliente el corazón de vez en cuando!
Gracias.