Tiempo INJUSTO VII

Desde la orilla, él la llamó.

Le dijo que había conseguido el modo de permanecer juntos algo más de tiempo (injusto) sin que ella echara de menos el agua y él su aire.

La sirena dudó unos instantes: ¿tiempo? eso era lo que nunca había tenido. Sabría qué hacer con él? sabría desenvolverse en su mundo? no podía dejar pasar la oportunidad de probar de nuevo el oxígeno que, fugazmente, había alimentado sus branquias.

Pero ella había olvidado lo que era la muerte en vida: el dolor intenso, punzante y caliente. Pronto recordó que con cada soplo robado, fuera de su mar, se ahogaba un poco mas.

Vivir para morir.

Era una contradicción, su contradicción, aunque la sirena sabía perfectamente lo que significaba. Sabía de su búsqueda, de su anhelo, había aprendido a amar lo que ella no poseía.

Pero..y él? teniendo a su alcance el olor a tierra mojada, el aire puro de las montañas, el rumor de las hojas mecidas por el viento...¿qué buscaba en las profundidades del océano?

-"No lo sé"-, respondió.

Entonces lloró amargamente,como nunca antes había llorado.
Y con cada pérdida, respiraba un poquito mas, así...hasta que volvió a sumergirse en las profundidades del océano sin distinguir lo que era agua salada o el dulce sabor de sus propias lágrimas.