Una cena mas. Un año mas. Una tradición que comenzamos unos pocos en la Navidad de 1.999. Es la Cena de la Comunidad.
Este año, para mi, la cena tenía sus propias peculiaridades. Cada año tiene las suyas.
El año pasado, estaba embarazada casi de 6 meses. Aun así, fui a la cena y me quedé a las copas (yo, de secano, por supuesto) pero me bailé una rumba con mi amigo Antonio, según él, el primer baile que se hacía con Lucía.
Este año, sin tripa, con mi Lucía calentita en la casa, se evidenciaba mas que otras veces, el paso del tiempo.
Pero al sentarme en la mesa rectangular que nos prepararon para casi 30 personas, pude darme cuenta que no solo Lucía era novedad respecto al año pasado. Estaban Daniel, Blanca, Arcángel y Marcos. En total 5 nuevas vidas que el año pasado, en esa misma cena, se estaban cocinando a fuego lento. Bueno, y Jorge, que viene de camino....
En estas cenas es muy importante sentarte en el sitio adecuado. Aunque todos somos vecinos, algunos somos mas que eso y claro no es lo mismo comerse la lubina hablando del tiempo... que hablando del tiempo que hace que no te tomas un pelotazo con ellos.
Ese es siempre el primer objetivo. Sentarse en el lugar adecuado.
Por otra parte, se intenta llegar al final de la cena, sin sentirse como un pez globo y que la digestión no te tape la visión del bosque. Mejor dicho, llegar a los postres con buena cara, que luego vienen las copas, el Sarao, y el canto de Ángel, uno de nuestros vecinos más madurito. Este año, igual que el pasado, enfermito, el pobre.
El Sarao. Local tradicional. Se repite en todas nuestras cenas. Se lo merece. Lo pasamos bien. Pero tiene el mismo repertorio de hace 8 años, como bien apuntaba Begoña. Pero es único ambientando: Salsa, merengue, rumba, rock&roll, etc...y ese morenazo moviendo las caderas, guauuuu.
Ahí es cuando florecen nuestros más bajos y ocultos instintos. Es el momento del baile. En la pista, nos vamos agotando unos a otros, mezclándonos, refregándonos, solo puede quedar uno. Los más débiles se van retirando a sus camas calentitas y los más fuertes, el núcleo duro, se va haciendo resistente y va acumulando alcohol en sus venas.
Llega el momento de las confidencias y las lenguas de trapo.
De sentarte con quien realmente quieres, y darle un beso si se tercia (amistoso, por supuesto).
De recordar que tienes un bebé y que, a pesar de que son las cinco de la mañana, en tres horas, tendrás que levantarte para preparar un biberón.
3 comentarios:
Mmmmmm...bueno, soy el primero en comentar la cena:
Estuvo de p.madre, otro año más.
Speech a tiempo del vendedor de crece-pelo mas dicharrachero de Barrio Sésamo. Se echó en falta a mi vecino JL que siempre nos acostumbraba amenizar la noche con esos bailes de desenfrenados de Locomía..
El Sarao..lo de siempre, el sempiterno cubanito que esta vez llevaba cubitera incorporada nos deleitaba con animación mas apropiada para los hoteles de jubilados de Benidorm, pero.. ¡dá igual!, una noche es una noche y hay que darlo todo por esta nuestra comunidad.
Pd: Querida Edén, creo que despues de días y días enteros comiendome la "quijotera" para averiguar los mensajes ocultos de tus fotos de sirenitas, he acabado descubriendo el ENIGMA. (que razón tenías!)...la verdad está ahí afuera...
http://76.162.112.81/sirena_dead_redux.jpg
Que bien que os lo pasais!!
y tienes toda la razon con lo de coger el sitio adecuado.
Querido vecino y sinembargoamigo: como sabrás ya te tengo localizao ;-). Gracias por compartir con LaBurbuja tu opinión, está muy bien redactada, como siempre que has aparecido por aquí.
Por supuesto, totalmente de acuerdo con lo que dices.
En cuanto a la sirena...jejejeje...buenísimo!!! aunque no es 100% el mensaje que esconde la pez, se acerca bastante, como simpre he dicho, todo es mucho más simple de lo que nos empeñamos en complicarlo: un hombre, una pez y unas tetas ;-)
Gracias por estar ahí.
Hola Acostao, corazón!!! pos ya sabes, para próximas cenas que te esperan.
Lo mejor: ir con las ganas de pasarlo bien y de triunfar ;-). Tú ponte guapo, como siempre.
BEsos.
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