lunes, diciembre 31, 2007

Por fin, la HABITACIÓN

Lo prometido es deuda.
Espero que se perciba la diferencia. Por si no os acordais de cómo era...
Sobre todo, porque yo, en mi cuenta, la percibo del todo, y es que el color ROJO, lo veo que te cagas :-D


A disfrutar de la vida que son dos díasssssssss!


Feliz 2008!!!!

viernes, diciembre 28, 2007

Inocencia PERDIDA

YO NO NACÍ MENTIROSA.
Pero mis padres me exigían demasiado.
Buenas notas, formalidad, aseo, vestimenta adecuada, compostura.
No se me permitía vestir con libertad, ni reunirme con mis amigas, mucho menos salir con chicos.
Y me sentía prisionera,con solo 14 años.
Empecé a hacerlo como una salida fácil a mis pequeños errores. Yo no era perfecta, como ellos pretendían, así que un día en el que perdí el autobús, les dije una pequeña mentirijilla, fue fácil.
Lo que me sorprendió es que ellos aceptaron la mentira mucho mejor que la verdad ¿es que mis propios padres no querían verme como realmente era?
Luego fueron las notas, las salidas los fines de semana, el cambio de ropa en el ascensor, ya no podía parar. Me inventé una personalidad para ellos, ideal a sus ojos, ellos estaban felices, sin ver lo que realmente ocurría y yo podía hacer mi vida.
Aunque llegó un día que ni yo misma sabía quién era, eran demasiadas mentiras. Necesitaba empezar a controlar algo sino la montonera de cartas empzarían a derrumbarse.


Comencé por no cenar. Luego fue el desayuno, ya nadie me controlaba, para ellos era perfecta. Fui reduciendo las cantidades de alimento que mi cuerpo asimilaba. Prácticamente solo comía manzanas y lechuga. Agua en los últimos tiempos.
Y ahí están ellos. Convencidos de que lo han hecho bien y que su hija era perfecta. Aun ahora, no pueden creerse que estén asistiendo a mi propio entierro.

YO NO NACÍ INFIEL.
Nunca pensé que me pudiera pasar a mi. Creo en el amor y pienso que cuando amas, solo tienes un único objeto de deseo. Lo que no pensaba es que se pudiera dejar de amar y que necesitara tanto hacerlo, que lo arriesgaría todo por un poco mas. Es una auténtica adicción.
Cuando el día a día mató el amor, cuando ya no había restos de mariposas en el estómago, cuando mis ojos no brillaban, cuando intentábamos reconstruir y caíamos una y otra vez, supe que, simplemente, se había acabado.
Aun así, en mi interior, yo sé que no buscaba nada, al menos conscientemente, pero entro él en mi vida. Y ya no le pude echar.

Mis días de desengaño, de tristeza, de soledad me habían hecho sensible a la limosna que alguien pudiera darme. Me sentía vacía y seca. Aun así, y sabiendo que no era bueno, que no había futuro, que estaba engañando,que me había vuelto premeditada y oscura, mis ojos volvieron a brillar, mi corazón a latir, y mi sangre a fluir. Era lo más fuerte contra lo que he tenido que luchar. Y caí. Y lo sigo haciendo. Porque me da la vida a la vez que me la quita. Porque es amor, al menos una clase de amor. Un amor diferente.
Nunca pensé que sería una adúltera. Pero lo soy. Y lo peor es que vivo con ello.

YO NO NACÍ PROSTITUTA.
Me crié en un pequeño pueblo de La Mancha. Sencillo.Tranquilo.
Estudié lo básico y luego me puse a trabajar en una tienda de ultramarinos para ayudar a mis padres. Poco a poco, salíamos adelante. Nunca me consideré valiente,ni cobarde tampoco, simplemente la vida nunca me había puesto en ninguna situación en la que tuviera que tirar para adelante.
Conocí a José, nos enamoramos y nos casamos. Él era un poco más ambicioso que yo, tenía sueños y un pequeño taller de motos. Quería ir a la capital, probar fortuna y dar un futuro "mejor" (¿mejor?yo había tenido una buena vida) a nuestro hijo, que ya tenía unos meses.
Nos mudamos y al principio todo fue más o menos bien. Trabajamos mucho. Él montó su taller con esfuerzo y empezó a hacer una clientela, yo encontré trabajo de cajera en un super.
Llegaron los mellizos y bueno...la cosa se complicó un poco. No teníamos suficiente para la guardería y tuve que quedarme en casa, con los niños. En esa época, a José, se le cayeron dos de sus más importantes clientes, unos que utilizaban las motos como vehículos publicitarios y se notó muchísimo en la facturación mensual. Empezamos a tener deudas.
No lo pudo resistir y con 37 años tuvo un infarto fulminante.
Él no aguantó y yo no le pude ni llorar.
Tenía tres pequeñas bocas que alimentar y rápido. Estaba en juego el piso; el taller ya lo había perdido al no poder hacer frente a los pagos pendientes.
Esa tarde tuve mi primer cliente. Curiosamente, por la noche, era más fácil colocar a los niños, pues alquilaba mi cama a una inmigrante ilegal a cambio de que cuidara a los pequeños.
Esa noche, con ese cliente, lloré a mi marido.
A mi pueblo. A mi tienda de ultramarinos. A los sueños de grandeza.
Pero mis hijos comen y duermen bajo techo.
Pero yo sigo llorando cada noche.

YO NO NACÍ ASESINA.
Parecía el matrimonio ideal. Qué suerte había tenido. Aunque nunca había sido una belleza ni era de las chicas más populares de mi entorno, él se fijó en mi. Quizá influido por el dinero de mi padre, bueno, eso lo sé ahora.

El caso es que yo andaba supercontenta, presumiendo de chico, guapo, con estilo, cultura y un buen apellido aunque con escasos fondos.
Los primeros meses parecieron funcionar bien, él llegaba tarde a casa pero trabajaba mucho, al menos era lo que me decía. No era demasiado cariñoso pero yo lo justificaba debido al stress de su trabajo, de la responsabilidad de ocupar un cargo directivo en la empresa de mi padre. A mi no me importaba, yo era feliz.
Todo cambió al quedarme embarazada. Se volvió huraño, brusco, callado. No era ese el estado de un feliz padre primerizo.
Yo no estaba ya tan contenta, ciega y feliz y algo en mi interior me hizo resurgir, salir de esa apatía y sumisión en la que, hasta ahora y refugiada en mi buena suerte a la hora de pescar marido, me había sumergido.
Empecé a cuestionarle. Las llegadas tan tarde, los movimientos de dinero, el olor a perfume. La primera bofetada no se hizo esperar. Me partió el labio. Su frialdad fue lo que más me asustó.
Durante unas cuantas semanas no me atreví a respirar pero una cuenta en números rojos me hizo reaccionar ¿qué estaba haciendo el hombre con el que vivía?
Según él, vivir como le correspondía, que ya tenía suficiente con aguantarme a mi, a la hija del jefe, a la que nadie quería soportar.
No sé si fue el nuevo ser que llevaba en mis entrañas pero me enfrenté a él y le dije todo lo que se merecía. Ya no le quería ni ver. Me constaban sus salidas con otras mujeres y el desprecio que me tenía a mi y a toda mi familia. Pero lo último no pude gritárselo, me volvió a partir la boca, me cruzó la cara, me empujo, me dio una bofetada, y una patada envenenada con tanta ira y con tan mala suerte, que me mandó directamente al hospital.
Perdí a mi hijo. El que me había dado la valentía. El que me había hecho abrir los ojos.
No volvía derramar una sola lágrima después de esa noche en la que me ahogué en mi propio llanto.
En cuanto pude andar, tenerme en pie, no lo dudé un instante. Me convertí en una asesina.
¿Arrepentida? aquí, entre los barrotes de mi celda, te diría que NO.

jueves, diciembre 27, 2007

Nochebuena en la COSTA del SOL.

Nochebuena.
Navidad.
Ya están aquí, un año mas.
Y ya han pasado. De nuevo.


Es curioso como, estas Navidades, han supuesto lo que todos estos últimos años suponen: un poco de agobio, un mucho de stress, una pizca de melancolía, un jartón de comida...y para muestra, un botón, es decir, que tengo la posibilidad de comparar la experiencia con la entrada que publicaba, hace ahora, un año.


Pues bien. Tan iguales y tan diferente. Por supuesto, la diferencia era Lucía.

Su mirada, tan joven aun, iba descubriendo olores y colores nuevos. Iba experimentando lo que, en su larga y próspera vida, va a repetir una y otra vez cada año en su feliz vida. Ese momento, lleno de magia, en el que un Papá Noel (o los Reyes Magos, que no entro en la polémica)va a alimentar de ilusión esos ojazos y hará que, con impaciencia, abra, con sus deditos de camionero, los regalos que para ella tenga destinados.
Todos hemos disfrutado de la familia (y también del agobio de la familia, qué es la vida sino un frenesí...) en fin, que todos hemos disfrutado del nuevo miembro y ella, estaba encantada de su protagonismo.

Agradecer la maestría de la cocinera, la agüela Paquita, que con su cariño, nos ha preparado lo mejor de lo mejor y se ha pegado un palizón de los buenos.

Como siempre, destacar el tiempo estupendo que pintaba de color dorado las navidades en la Costa del sol. Tiempo que nos ha permitido dar largos paseos por la playa y hacer un poco de turismo en mi pueblo de toda la vida: la subida al reformado Castillo de Sohail, poblado por púnicos y romanos y conquistado por los cristianos en 1485.
En fin, Navidades felices y cálidas (con sus cositas, como siempre) y disfrutando de nuestro pequeño regalo de las estrellas.

domingo, diciembre 23, 2007


FELIZ NAVIDAD

A TODOS LOS AMIGOS

DE LABURBUJA!!!!

domingo, diciembre 16, 2007

La CENA del 2007


Una cena mas. Un año mas. Una tradición que comenzamos unos pocos en la Navidad de 1.999. Es la Cena de la Comunidad.


Este año, para mi, la cena tenía sus propias peculiaridades. Cada año tiene las suyas.


El año pasado, estaba embarazada casi de 6 meses. Aun así, fui a la cena y me quedé a las copas (yo, de secano, por supuesto) pero me bailé una rumba con mi amigo Antonio, según él, el primer baile que se hacía con Lucía.


Este año, sin tripa, con mi Lucía calentita en la casa, se evidenciaba mas que otras veces, el paso del tiempo.

Pero al sentarme en la mesa rectangular que nos prepararon para casi 30 personas, pude darme cuenta que no solo Lucía era novedad respecto al año pasado. Estaban Daniel, Blanca, Arcángel y Marcos. En total 5 nuevas vidas que el año pasado, en esa misma cena, se estaban cocinando a fuego lento. Bueno, y Jorge, que viene de camino....


En estas cenas es muy importante sentarte en el sitio adecuado. Aunque todos somos vecinos, algunos somos mas que eso y claro no es lo mismo comerse la lubina hablando del tiempo... que hablando del tiempo que hace que no te tomas un pelotazo con ellos.


Ese es siempre el primer objetivo. Sentarse en el lugar adecuado.


Por otra parte, se intenta llegar al final de la cena, sin sentirse como un pez globo y que la digestión no te tape la visión del bosque. Mejor dicho, llegar a los postres con buena cara, que luego vienen las copas, el Sarao, y el canto de Ángel, uno de nuestros vecinos más madurito. Este año, igual que el pasado, enfermito, el pobre.


El Sarao. Local tradicional. Se repite en todas nuestras cenas. Se lo merece. Lo pasamos bien. Pero tiene el mismo repertorio de hace 8 años, como bien apuntaba Begoña. Pero es único ambientando: Salsa, merengue, rumba, rock&roll, etc...y ese morenazo moviendo las caderas, guauuuu.


Ahí es cuando florecen nuestros más bajos y ocultos instintos. Es el momento del baile. En la pista, nos vamos agotando unos a otros, mezclándonos, refregándonos, solo puede quedar uno. Los más débiles se van retirando a sus camas calentitas y los más fuertes, el núcleo duro, se va haciendo resistente y va acumulando alcohol en sus venas.


Llega el momento de las confidencias y las lenguas de trapo.


De sentarte con quien realmente quieres, y darle un beso si se tercia (amistoso, por supuesto).


De recordar que tienes un bebé y que, a pesar de que son las cinco de la mañana, en tres horas, tendrás que levantarte para preparar un biberón.

jueves, diciembre 13, 2007

Santa LUCÍA


FELICIDADES

en el primer santo de tu vida.


También, a partir de hoy, dicen que hay que poner el árbol y los adornos navideños. En tu honor, así lo haremos.


Queda pendiente una visita a la Ermita de Santa Lucía, en Carabaña. Quizá el año próximo. Si Dios quiere.