Todos estos señores estaban dentro cuando ella entró completamente desnuda
ellos habían bebido y comenzaron a escupirla ella no entendía nada recién salía del rio
era una sirena que se había extraviado los insultos corrían sobre su carne lisa
la inmundicia cubrió sus pechos de oro ella no sabía llorar por eso no lloraba
no sabía vestirse por eso no se vestía la tatuaron con cigarrillos y con corchos quemados
y reían hasta caer al suelo de la taberna ella no hablaba porque no sabía hablar
sus ojos eran color de amor distante sus brazos construídos de topacios gemelos
sus labios se cortaron en la luz del coral y de pronto salió por esa puerta
apenas entro al rio quedó limpiare lució como una piedra blanca en la lluvia
y sin mirar atrás nadó de nuevo
nadó hacia nunca más hacia morir.
Fábula de la sirena y los borrachos
PABLO NERUDA
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