Estoy encerrada en una cárcel de amor.
Me he aislado de todos y de todo.
Sólo pienso en mi amor, lejano, extraño, e imposible amor.
Sé que esto no es bueno, pero no lo puedo evitar.
Estoy buscando una solución pues no soy feliz.
No puedo serlo sin él.
Pero no es suficiente lo que él me da. Lo quiero todo.
Pero él es un hombre y yo soy un pez ¿qué puedo hacer?
He intentado olvidarlo. Dedicarme a mi vida.
Pero cuando él me llama desde la playa, lo dejo todo.
Y aunque luego la soledad es mucho más intensa,
el momento que paso con él hace que mi corazón lata con mas fuerza que nunca.
No sé qué hacer.
Él es un hombre, yo soy un pez.
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