viernes, agosto 10, 2007

Las mil y una noches: El ENCUENTRO



Nunca imaginé que en un mundo tan cerrado como era el del harén existiese tanta jeraquía y clases sociales.

En función del estatus que tuvieras, tu vida podía cambiar radicalmente: ser tratada como una auténtica esclava, cocinando y lavando para las demás mujeres o como una reina, con esclavos a tu disposición, seguridad, vestidos y joyas.

La madre del sultán era la más poderosa del harén. Las esposas del sultán, solían ser cuatro aunque podían llegar a ser ocho. Sólo se llegaba a ser esposa si tenías la fortuna de engendrar un hijo.

Por debajo estaban las esclavas. Ninguna de ellas era musulmana ya que ningún seguidor del Islam puede ser esclavo. Luego estaban las concubinas, que si tenían un hijo, podían convertirse en esposas, las observadas, los eunucos y las mujeres del servicio.

Cuando llegamos fuimos rigurosamente escuadriñadas por la madre del sultán, Safiye. Nos miraba como carne de mercancía, incluso nos hizo enseñarle los dientes, oportunidad que Hada aprovechó para moderle la mano. Inmediatamente después, fue inmovilizada por los eunucos y se la llevaron a una especie de celda para que aprendiera que no has de moder la mano que te da de comer.

No hay que decir que nuestro estatus era de lo mas bajo. La "sultana" se fijó en el cabello de Yedra, largo y rubio como el trigo y en mi melena, roja como el fuego. Se quedó un poco extrañada y comentó: "estas dos puede que satisfagan a mi hijo, la morena azabache (refiriéndose a Hada) que siga en la celda hasta nueva orden mia y ahora traedme algo para vendarme la mano".

En cuanto se hubo ido, algunas de esas mujeres se acercaron para ayudarnos aunque las favoritas y las esposas, se encontraban en sus acomodadas habitaciones y ni nos miraban. De repente, todas, al unísono se volvieron hacia la puerta y dándose cuenta de quien entraba, se apresuraron a besar el suelo y a bajar la mirada.

-"Quién ha sido la que ha osado morder la mano de mi madre?"- gritó el sultán.

Vaya, no era como me lo había imaginado. El sultán parecía joven y de rostro amable aunque ahora estaba verdaderamente molesto. Tenía una voz bonita y un cuerpo atlético aunque no tan musculado como los eunucos.

-"Ha sido mi hermana, señor (me atreví a decir yo en mi precario turco), pero ya ha sido castigada, te ruego piedad para ella"-
-"Cállate mujer"- dijo Selim, el jefe de los eunucos, -"no hables si no eres preguntada directamente y no mires a la cara a nuestro querido sultán, ¡¡¡al suelo!!!!"-

Suleiman me miró y nuestro ojos se cruzaron. Noté en su mirada curiosidad y supe que se le había pasado el enfado.
-"Quién eres mujer?"
- "Me llamo Edén, señor y te ruego de nuevo por mi hermana Hada, ella no sabía lo que se hacía"-.

Suleiman me volvió a mirar un solo instante y sus ojos chispearon. Se dio la media vuelta, le dijo algo al oido a Selim y desapareció rápidamente del haren. Selim entonces fue a la celda de castigo y rescató a Hada. Las tres nos abrazamos fuertemente.

Así empezó nuestra vida en el harén.
Pasaron algunos días y nuestra actividad era frenética: limpiábamos, cocinábamos y ayudábamos a otras mujeres, cuidábamos también a los hijos del sultán y cuando llegaba la noche nuestros cuerpos caían en un pesado sueño del que no despertábamos hasta el amanecer.

Un día, Safiye, volvió a aparecer y directamente vino hacia nosotras. -"Preparad a la del cabello rojo, teneis mucho que hacer ya que ha sido llamada por mi hijo para esta noche".

Todas me miraron entonces. No era habitual que el sultán llamara a una esclava, normalmente y por lo que habíamos visto en estos días, solo había llamado un par de veces a su primera esposa y madre de su primogénito.

Me asignaron dos esclavas que me prepararían y en ese momento comenzó mi verdadera aventura. Yo tenía miedo...

¿Qué pasaría esa noche en compañía del joven sultán?

5 comentarios:

cocina facil dijo...

Muy interesante eden,aunque lo de joven y rostro amable me suena a trafico de influencias.la historia es tan real como que un 29 de agosto de 1546,Barbarroja desembarcó en la playa de Guardamar dirigiéndose hacia Elche donde pretendia rescatar esclavos berberiscos en el arrabal morisco de Elche.Supongo que entre el botin de esclavas que secuestró estarian Eden,Yedra y Hada.Y perdon por la intromision en tu historia.Pon el siguiente pronto.Un abrazo.

Paredes

Montse Rius dijo...

Bueno, bueno, Cocina Fácil por finnnnn!!! Bienvenido mucho mas (ahora que ya sé quien eres).

Me encanta la intromisión! siempre es bueno aprender y tener otros puntos de vista para esta historia de las Mil y Una noches...jejejeje.

Es un honor que me leas y sobre todo, tener tus opiniones. Por cierto, echo de menos esa frasecita tuya sentenciadora con la que sueles cerrar tus comentarios.

Todas encierran verdades como puños.

Hasta pronto y un besazo!

Mary dijo...

Esto se pone interesante!!!! Como me pone lo de estar encerrada en una celda!!!
Por lo que veo vas a pasar una noche loca,..... como se nota que eres la que dirige la historia....

Montse Rius dijo...

Hola Hada!
Veo que has vuelto de tus vacances. Tendré que ponerme las pilas para seguir con el relato...y claro! una tenía que llevarse la mejor parte, jejejeje ;-)

Besos y bienvenida.

Mary dijo...

Que horror de vuelta al trabajo!!! Por lo menos me consuelo leyendo tus relatos y metiendome en la historia...
Dejanos un poquito de carne a las demás, anda..

Besosss