Llegaron de improviso. En plena noche.
Mis hermanas y yo nos vimos envueltas en gruesas mantas y a lomos de lo que parecían recios hombres, mas bien gigantes. Luego nos enteraríamos que eran eunucos.
Nuestro mundo, hasta ahora conocido y seguro, se convertía en una enorme interrogación, ¿qué sería de nosotras?.
Hasta ese día yo había sido una chica normal. Quizá algo rebelde para la época en que me había tocado vivir, pero era feliz. Destacaba en mi una larga cabellera pelirroja, mi padre decía que era por mi herencia irlandesa aunque nadie de mi familia poseía esta característica.
Me llamo Edén y esta es mi historia y la de mis dos hermanas, Yedra y Hada.
Yedra era la mayor y estaba prometida a un buen hombre, experto en leyes, y aunque algo aburrido y conservador, había logrado hacerle feliz. Yo era la mediana y hasta el momento, los hombres no me habían interesado demasiado. Hada era la pequeña y la más aventurera, siempre imaginaba lugares lejanos y tierras exóticas, qué poco imaginaba ella lo cerca que estaba ahora de sus sueños!
Al cabo de un rato, nos empujaron a una especie de habitación, donde un poco mas tarde, comprobamos que se trataba de un camarote, estrecho, mal ventilado, pero suficiente para nosotras. Nos quitaron las mantas y nos dejaron abandonadas a nuestra suerte. Nosotras nos abrazábamos y llorábamos.
Y así pasaron muchas horas, días.Una mañana (calculamos que al cuarto o quinto día) se presentó antes nosotros un hombre imponente, negro como el carbón, vestido con lujosas telas y aunque desprendía grandeza y seguridad, éstas se mezclaban con una cierta sumisión típica de los esclavos. Luego nos enteramos que era el eunuco jefe del harén.
Se dirigió a nosotras en un aceptable castellano y nos informó que ahora éramos propiedad del sultán Suleiman líder del Imperio Otómano y que cuanto antes nos hiciéramos a la idea, mejor nos irían las cosas.
Nos dijo que estaba allí para ayudarnos y prepararnos, que empezaríamos por aprender su lengua, el turco, inmediatamente. Nosotras nos miramos horrorizadas sin saber qué hacer. Pensamos en nuestra familia, nuestros amigos, nuestra cultura y cómo la nave en la que navegábamos iba dejando todo eso muy atrás.
Desde el primer momento, Hada y Yedra no mostraron ningún interés en aprender el turco, más cuando Selim, que así se llamaba, no tenía ninguna intención de utilizar la fuerza con nosotras ya que pronto comprendimos que éramos una preciada carga. Pero ellas solo pensaban en cómo podían regresar a casa
En cambio yo aprendí rápidamente a defenderme con el extraño lenguaje pues la compañía de Selim me gustaba, era amable, y me entretenía en las largas horas que pasábamos allí encerradas.
Un atardecer y tras ruidos enloquecidos de pisadas en el barco, tomamos tierra en el lejano Estambul. Nos volvieron a cubrir de pies a cabeza, dejando solo unas ranuras para los ojos y empezamos a caminar por estrechas calles envueltas en intensos olores, resguardándonos del resto de la gente.Mis hermanas y yo nos vimos envueltas en gruesas mantas y a lomos de lo que parecían recios hombres, mas bien gigantes. Luego nos enteraríamos que eran eunucos.
Nuestro mundo, hasta ahora conocido y seguro, se convertía en una enorme interrogación, ¿qué sería de nosotras?.
Hasta ese día yo había sido una chica normal. Quizá algo rebelde para la época en que me había tocado vivir, pero era feliz. Destacaba en mi una larga cabellera pelirroja, mi padre decía que era por mi herencia irlandesa aunque nadie de mi familia poseía esta característica.
Me llamo Edén y esta es mi historia y la de mis dos hermanas, Yedra y Hada.
Yedra era la mayor y estaba prometida a un buen hombre, experto en leyes, y aunque algo aburrido y conservador, había logrado hacerle feliz. Yo era la mediana y hasta el momento, los hombres no me habían interesado demasiado. Hada era la pequeña y la más aventurera, siempre imaginaba lugares lejanos y tierras exóticas, qué poco imaginaba ella lo cerca que estaba ahora de sus sueños!
Al cabo de un rato, nos empujaron a una especie de habitación, donde un poco mas tarde, comprobamos que se trataba de un camarote, estrecho, mal ventilado, pero suficiente para nosotras. Nos quitaron las mantas y nos dejaron abandonadas a nuestra suerte. Nosotras nos abrazábamos y llorábamos.
Y así pasaron muchas horas, días.Una mañana (calculamos que al cuarto o quinto día) se presentó antes nosotros un hombre imponente, negro como el carbón, vestido con lujosas telas y aunque desprendía grandeza y seguridad, éstas se mezclaban con una cierta sumisión típica de los esclavos. Luego nos enteramos que era el eunuco jefe del harén.
Se dirigió a nosotras en un aceptable castellano y nos informó que ahora éramos propiedad del sultán Suleiman líder del Imperio Otómano y que cuanto antes nos hiciéramos a la idea, mejor nos irían las cosas.
Nos dijo que estaba allí para ayudarnos y prepararnos, que empezaríamos por aprender su lengua, el turco, inmediatamente. Nosotras nos miramos horrorizadas sin saber qué hacer. Pensamos en nuestra familia, nuestros amigos, nuestra cultura y cómo la nave en la que navegábamos iba dejando todo eso muy atrás.
Desde el primer momento, Hada y Yedra no mostraron ningún interés en aprender el turco, más cuando Selim, que así se llamaba, no tenía ninguna intención de utilizar la fuerza con nosotras ya que pronto comprendimos que éramos una preciada carga. Pero ellas solo pensaban en cómo podían regresar a casa
En cambio yo aprendí rápidamente a defenderme con el extraño lenguaje pues la compañía de Selim me gustaba, era amable, y me entretenía en las largas horas que pasábamos allí encerradas.
Llegamos ante un inmenso castillo y a su no menos espectacular portón, flaqueado por dos inmensos guerreros. A una señal de Selim, nos dejaron pasar y seguimos caminando por el interior del palacio. Una tras otra, se iban abriendo las puertas a nuestro paso, hasta que llegamos a un jardín, lo cruzamos y vimos la puerta que sería la entrada de nuestro nuevo hogar: el haren.
Nos quitaron las telas que nos cubrían y nos encontramos frente a otras mujeres que nos miraban con curiosidad y desconfianza.
Continuará...
9 comentarios:
Que regalo de cumpleañosss Edén!!!! Me encanta formar parte de esta pasión turca y si es con un negro mejor. Cuanto tengo que pagarte para que me lies con él.
Que mañana de sorpresas y encima tengo dos hermanaaaaas!!!!
Un beso!!!
Que bonitooooo ya puedes escribir rápido una continuación xq nos comemos las uñas...
Felicidades Hada!!!!!
Buenos chicas pasarlo mu bien y a la vuelta de mis vacas os escribo... jejeje.
Besotes
Muchos besitos Laurixx que descanses y repongas las pilas para enfrentearte otra vez a las 3 F;
Fea
Flaca
Fumeta
jajajajajajajjaajjaajjaajajjajajja
Bueno, bueno que sorpresa ¿quién me iba a decir a mi que formaría parte de una historia de las mil y una ñoches ? que fuerrrrte.
Que bonito eden, pero eres muyyyy mala esto no se hace nos quedamos en un sin vivir hasta la vuelta de vacaciones. Oyeee y eso de los eunucos me ha dejao un poco chof.. un chulazo de principe persa to pá mi, que me de alegria a este cuerpo serrano jajjajajj
Besos burbu y pompita.
Las tres F que auténtico !!!.jajajjaja
Te tengo reservado otro destino, Hadita, pero si quieres que sea negro, está hecho ;-)
Laurix disfruta de tus vacances, mientras, yo haré avanzar esta pasión turca.
Yedris, el príncipe creo que me lo quedaré yo, jejejejejeje....a ti te digo lo que a Hada, te tengo otro destino tipo "Mentiras arriesgadas" pero procuraremos que cumpla expectativas.
El cielo nos libre de las tres "F" ;-)
Muchos besossss!!!!
Jo Mon que peso que me has quitado de encima.... que te diga Hada y Yedra.. estaba nerviosa que para una vez que hago algo malo.... ejejje
A mi no me libra de las 3 F a Yedra si xq a penas.... pero yo face to face con ellas... menos mal que ya han llegado mis ansiadas vacaciones que tengo que desconectar.. a dile a tu amigo que no conteste que 1 F se queda a cargo del mail...
Besotes a las 3 y a la peke!!!
Se queda corto,eh! Así que o posteas todos los días o los capitulos más largos. Será apto para todos los públicos?;)
Laurixxx, a disfrutar y no te preocupes mas de nada, leñeeeee! ;-)
Acostao, la segunda parte ya está en el horno, lo que pasa es que estoy en modo artesanal y cada post es como si fuera un parto :-D
Si, será apto. Las guarradas las teneis que imaginar por vuestra cuenta, jajajajaja.
Besotes.
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