La Jirafa LULILU

Y digo yo...

Cómo se las apañaban antiguamente cuando no había un IKEA cerca o aun no se había inventado eso de "mónteselo Vd mismo que así yo me ahorro costes y le sale más barato (a veces)".


Ahí está la jirafa Lulilu, encantadora, ocupando casi la totalidad del poco espacio libre de mi habitación después de haberla montado y desmontado un par de veces ( y las que me quedan).

Me recuerda a un post del "Papá en prácticas", muy güeno, como casi todo lo que él escribe. Y qué razón tenía el joío. La diferencia con él es que mi media naranja ni se molesta en intentarlo y a quién no sabeis a quién le toca hacerlo? menos mal que, en esta ocasión, mi suegro estaba a mano.

Estábamos tan contentos pues ya teníamos la cuna de la nena. La minicuna era muy bonita pero nos la habían prestado con lo cual no habíamos participado en la elección del habitáculo de la pequeña Lucía. Ahora era diferente, habíamos elegido en familia la que sería su camita hasta los ¿dos años?...

En fin, que elegimos la más rebonita con todos sus accesorios: que si el colchón, que si el cubrecolchón, que si el jueguecito de sábanas del mismo color que la cuna, que si el edredón con sus animalitos, que si la chichonera, que si, que si, que si...que vaya torta que nos dimos.

Aprovechando que el papá de Javier estaba en casa cuidando a la peke, nos decidimos a montar la cuna. Él ponía la mano de obra y yo la cabeza pensante, así que, instrucciones en ristre, procedimos a colocar toda clase de tornillería por tamaños y colores encima de la mesa del comedor, lo primero ser ordenado, y allí nos decidimos a montarla que para eso había mas espacio.

Un buen rato después intentando descifrar si primero se ponía la pared de la derecha o la de la izquierda, qué tornillo iba en qué agujero y cómo se colocaba la varilla para que el lateral bajase y se pudiera manejar más cómodamente a la niña, respiramos orgullosos, pues la teníamos montada.

Hala, a pasarla a la habitación.

Si, jaja, que te crees tú eso.

La jirafa Lulilu, es mucha jirafa, y aparte de ser moderna, colorista, vistosa y alegre, no cabe por el marco de la puerta, ni siquiera arrancando la puerta que para eso mi suegro es mu mañoso.

Con las mismas, y armados que ni con la paciencia del santo Job, la empezamos a demontar a medio camino entre el salón y el dormitoria principal (que de momento, a la peke la quiero seguir teniendo conmigo) a ver si con la mitad de la cuna, la jirafa entraba, pero ni por esas.

Es que somos muy poco espabilaos, desde cuando una jirafa entra en una casa??? en fin, que la desmontamos y volvimos a proceder a su montaje ahora ya sitos en la habitación principal con la experiencia de la primera vez.

Cansados pero con la satisfacción del deber cumplido, respiramos una vez que quedó instalada, ya con su colchón, medio muelles medio latex, sus sabanitas y su todo de todo.

Felicidad completa hasta que mi suegro me dice...-"cuando la paseis a la habitación naranja (la de Lucía) tendrás que volver a desmontarla,no?"- -" pues si, claro, pero bueno, me armaré de paciencia y como ya sé cómo va, pues eso"- pero....sigue mi suegro... -"has pensado que, cuando la pongas en su habitación (donde tiene una cama nido), no podrás invitar a nadie a dormir, pues como no se puede pasar la cuna de habitación en habitación, las dos camas no las puedes tener abiertas a menos que montes y demontes la cuna una y otra vez cada vez que tengas invitados...?"-

-"Oño, pues es verdad.., una cosa es desmontarla de nuevo otra vez y otra muy diferente, tener que montarla y desmontarla cada vez que se quede alguien a dormir"-

Joeeeerrrrrrr.......

Vaya con la jirafita Lulilu, me está tocando los catapli...y eso que no tengo.

Pues una de dos, o me compro otra casa más grande con más habitaciones (que dada la coyuntura económica como que no: pisos de 4 habitaciones en Tres Cantos, promoción Nozart, por 130 millones de las antigüas) o meto a la jirafita de los webs y a la pequeña Lucía en el cuarto propiedad hasta hoy de mi afortunada media naranja que disponía, como ya hemos dicho -hasta hoy- de un espacio propio despachordenadortrasterolibrería, y dejamos libre la habitación naranja con su cama nido.

Pues va a ser eso.

Nada Lucía, que de momento, y hasta que no te pases a la cama, te expropiamos la habitación y te mudamos al despacho.



Pero no te preocupes, nena, la impresora no la enchufaremos cuando estés dormidita.

Encantadora Lulilu.....