Una y otra vez se decía que era la última...
Que un amor sin futuro, no tenía sentido.
Que se ahogaba más cuando él no estaba
Que un amor sin futuro, no tenía sentido.
Que se ahogaba más cuando él no estaba
que cuando tenía que alejarse de su mar.
No podía seguir.
Por eso, se decía una y otra vez: -"esta será la última vez"-
Él nunca estaría, ni sería.
Pertenecía a otro mundo, lejano del suyo, extraño para ella.
Él no abandonaría sus verdes praderas y ella...
nunca dejaría la oscura profundidad del mar.
Cuando esa noche, volvió a ser suyo,
se excusó diciendo que la culpa había sido del amor ciego que lo ofusca todo y te hace ser valiente.
Lo cierto es que no renunciaba a él. Y la realidad es que moría poco a poco de amor en la soledad de su mar.
Pero ....esta sería, de nuevo, la última vez.
2 comentarios:
Ay sirena, sirena, es que no puede ser contigo eres muu blandita,pero y el bogavante que opinará ??? le tiene totalmente hechizado con su canto anda que no, sieeemmpre vuelve.
Po zi...tenemos al bogavante pero también está el Príncipe de las Mareas, que es el que le mola a la sirena, así que ...ella canta y canta y de momento, el Príncipe siempre vuelve.
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