No sabía qué pasaba con la política, quién había ganado la liga, si el pan estaba barato o por el contrario había subido muchísimo. La ropa... ni lo que se llevaba ni lo que no. Pero esas nimiedades eran lo de menos. En poco tiempo me pondría al día.

Durante mucho tiempo me sentí rechazada y sola, sólo por haber tenido la mala suerte de caer enferma y perderme 7 años de mi vida...
Pero tenía que ponerme las pilas. Por mi. Por mi niño. Le veía a menudo y había roto el hielo del inicio, Andrés se acercaba a mi, me abrazaba y con sus besos se alimentaba mi sangre y me daba la energía suficiente hasta que le volvía a ver.
Lo primero que hice fue ponerme en contacto con mi antigua empresa. Me trataron bastante bien, dadas las circunstancias, aunque me dio pena no encontrar a ninguno de mis compañeros de aquella época...solo a uno: a Pablo.
Pablo había sido buen compañero y me ayudaba en todo lo que podía. También habíamos congeniado fuera de lo meramente "laboral" y habíamos tomado un par de cafés juntos cuando el stress nos podía, nunca pensamos en nada mas, él estaba casado como yo y tenía una niña algo mayor que Andrés.
Como era la hora de la salida, me acompañó a la calle y sin los tapujos y vergüenzas que había sentido en otras personas, me preguntó por todos los detalles de lo que me había pasado. Estuvimos horas en aquella cafetería.
Pablo, en esos 7 años, se había separado y vivía solo, relativamente feliz.
Esa visita cambió mi situación radicalmente. Fue el pistoletazo de salida. Comencé a trabajar, Pablo no se separaba de mi, empezamos a salir, y comenzamos una relación muy bonita. Ambos de cero.
A menudo nos reuníamos en casa, Pablo, Marisol (su hija), Andrés (que cada vez pasaba temporadas más largas conmigo) y yo, frente al fuego de la chimenea asando castañas...hasta que llegó el día en que me sentí FELIZ.
Ya no me sentía desdichada ni frustrada por haber estado 7 largos años, ese gran paréntesis, fuera de la vida de mi hijo, del mundo...no, ya no. Ahora me sentía afortunada. Afortunada porque había muerto y vuelto a la vida, y eso no lo puede decir mucha gente.

Mi meta, actualmente, es vivir mi día como si fuera el último y mi despertar como si fuera el primero.
Por cierto, mi nombre...Me llamo ACANTHA.